Hoy inauguramos una serie de artículos relacionados con una de las épocas más bonitas del año: La Navidad, un momento mágico para vivirlo con nuestros hijos. Está llena de rituales y tradiciones que invitan a soñar, disfrutar y compartir; montar el árbol, decorar la casa, comer dulces y por supuesto escribir la carta a sus majestades los Reyes Magos de Oriente o bien a Papá Noel.

Te proponemos que hagas de este momento algo muy especial, escribiendo juntos la carta, escogiendo los colores, el papel…. Y sobre todo ayudando a que vuestros hijos acepten los límites y la necesidad de decidir ante su lista interminable de deseos y juguetes. De esta forma aprenderán que las navidades no son sólo regalos, sino fechas para compartir con la familia y los amigos.

Aunque se los saben de memoria y un mes antes no dejan de enseñároslo, haz una selección previa con vuestros hijos echándole un ojo a los catálogos de juguetes. Es recomendable dar una vuelta por una juguetería para evitar decepciones. Muchas veces la publicidad y las maravillosas fotos de los catálogos no se corresponden con la realidad.

Los pequeños deben aceptar que no pueden tener todo lo que quieran, por lo que debes limitar la cantidad de cosas que pueden incluir en su carta. No es mala idea marcar un límite de cinco regalos. Deben valorar el esfuerzo que hacen sus majestades y sentirse privilegiados.

Intenta que incluyan también algún juguete educativo y algún libro apropiado para su edad. Así no se ceñirán a muñecas, coches o videojuegos y podrán ejercitar su imaginación y desarrollar su creatividad.

Pero por encima de todo, que no les falte un abrazo. El mejor regalo para los niños no es el juguete más caro ni el más moderno, sino el cariño de sus padres y el tiempo de juego que le dedicáis. Ayudadle a abrir los regalos y volved por unas horas a revivir la magia  que en vuestra infancia tuvo el día de Reyes.